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El caso de Sofía Pérez podría calificarse de insólito, pues desde hace 13 años ha estado tomando el examen de Ciencias Sociales en las tres oportunidades que en cada período lectivo ofrece la Secretaría de Educación y la calificación, dijo, siempre ha sido la misma: 65 puntos.
Cuenta que ni siquiera recurriendo a prácticas fraudulentas ha logrado la aprobación de la asignatura que en 1996 le apareció aprobada y la de matemática sin calificación. Entonces a partir del año 2000 aprobó matemática y ciencias sociales le volvió a salir reprobada hasta la fecha. Todos sus hermanos son profesionales desde hace años, pero ella no ha podido superar ese obstáculo.
Estudiantes del liceo Estados Unidos que se examinarán en la segunda convocatoria de las pruebas nacionales de media, expresaron ayer su temor a estas evaluaciones por lo que denominan el “terror psicológico” que les transmiten.
“Desde hace un tiempo nos tienen un terror psicológico con esos exámenes, y eso nos crea una barrera en el cerebro”, expresó Erick Hungría. Al expresar su rechazo a las pruebas, dijo que deberían quitarlas porque “hay muchísimos estudiantes que no han ido a la universidad, ni se han hecho profesionales por esas evaluaciones”. “Yo conozco muchísimas personas que tienen dos, tres y cuatro años cogiendo esos exámenes y no los pasan”, dijo. r tener asignaturas pendientes de pruebas nacionales desde 1992.
Cuenta que ni siquiera recurriendo a prácticas fraudulentas ha logrado la aprobación de la asignatura que en 1996 le apareció aprobada y la de matemática sin calificación. Entonces a partir del año 2000 aprobó matemática y ciencias sociales le volvió a salir reprobada hasta la fecha. Todos sus hermanos son profesionales desde hace años, pero ella no ha podido superar ese obstáculo.
Estudiantes del liceo Estados Unidos que se examinarán en la segunda convocatoria de las pruebas nacionales de media, expresaron ayer su temor a estas evaluaciones por lo que denominan el “terror psicológico” que les transmiten.
“Desde hace un tiempo nos tienen un terror psicológico con esos exámenes, y eso nos crea una barrera en el cerebro”, expresó Erick Hungría. Al expresar su rechazo a las pruebas, dijo que deberían quitarlas porque “hay muchísimos estudiantes que no han ido a la universidad, ni se han hecho profesionales por esas evaluaciones”. “Yo conozco muchísimas personas que tienen dos, tres y cuatro años cogiendo esos exámenes y no los pasan”, dijo. r tener asignaturas pendientes de pruebas nacionales desde 1992.